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A pocos días de abrirse las puertas de la undécima Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, Diego nos dio algunas pistas para disfrutar al cien la ‘Fiesta’
De niño se entusiasmó por los libros escuchando a su padre leer en voz alta toda clase de cuentos. El enamoramiento siguió en la escuela donde descubrió la magia de escudriñar una biblioteca.
Es periodista de formación, columnista, cuentista y docente. A pocos días de abrirse las puertas de la undécima Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, donde Brasil será el país invitado, Diego nos dio algunas pistas para disfrutar al cien la ´Fiesta´.
DC: ¿Cómo hacer para que Medellín respire libros?
Es un sueño… Sería lindo que todas las palabras de nuestros habitantes estuvieran permeadas por una lectura. Yo creo que los Eventos del Libro están estimulando esto. En la última Parada Juvenil de la Lectura los jóvenes me confirmaron que esto es posible. En la liberación de libros que hicimos durante toda la noche los jóvenes hicieron fila con devoción, hablaban mientras esperaban del deseo de encontrar uno u otro, una historia que les permitiera seguir soñando; yo me contagio de esto y por eso es que no me parece tan difícil que en Medellín respiremos libros. Ahora que se acerca la Fiesta del Libro y la Cultura ya estamos respirando con intensidad los autores que visitarán nuestra ciudad y la idea es que después de Fiesta cada habitante tenga la necesidad de no dejar de leer. Imaginarme los pulmones llenos de letras me alegra el corazón.
DC: ¿Por qué escribir, por qué leer?
Porque cómo no hacerlo, es lo que siempre me pregunto cuando me preguntan esto. Cuando la lectura se vuelve parte de la vida de uno, uno no puede imaginarse un día sin la lectura, así sea de una frase, de una palabra en el diccionario. Las posibilidades de la lectura son infinitas y eso me encanta; sin embargo, yo no culpo a los que no leen, más bien siento por ellos algo de pesar porque se pierden algo maravilloso, es como besar. ¿A quién no le gusta dar besos? Pero resulta que hay gente que pasa la vida con la boca cerrada, con los besos contados y hasta sienten que es algo pecaminoso. Leer y besar es muy sabroso. Leer es un riesgo, indudablemente, y el riesgo es que si a uno le da por pararle bolas a la lectura ya no pueda vivir sin leer. Y por lo general, cuando uno lee las ganas de escribir aumentan porque los libros también te llevan a pensar cosas sueltas y uno empieza a anotarlas por ahí en las hojas de los libros, en las libretas, en una carta que uno le manda a una chica… y así empieza todo.
DC: ¿Cuáles son esos escritores jóvenes paisas a los que le debemos seguir la pista?
Yo le prestaría muchísima atención a estos cuatro: Juliana Restrepo, Cristian Romero, Luis Miguel Rivas y Gilmer Mesa. Algunos de ellos ya están dando de qué hablar desde hace rato.
Twitter: @d_aristizabal
Lugares que Diego recomienda:
Librería Grammata y Librería Palinuro
Libros leídos en el segundo piso
Calle 49B No.75-33
Urbanía Café
Tienda de cafés especiales
Calle 8 No. 43B – 132
Café Zorba
Restaurante y centro cultural
Calle 8 No.42-33, Parque Lineal de La Presidenta
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