Petronio Álvarez, fiesta y orgullo Pacífico

Lo que inició en el 97 como modesto festival se convirtió en una de las más grandes celebraciones folclóricas afro de Latinoamérica

Lo que inició en el 97 como modesto festival se convirtió en una de las más grandes celebraciones folclóricas afro de Latinoamérica y en tremenda rumba pacífica como el litoral que representa. Hoy apenas la Feria de Cali lo supera en impacto en el Valle.

Por: Lucero Rodríguez G.

Era Petronio Álvarez un prolífico músico de Buenaventura, quien tocaba guitarra e interpretó tantos currulaos como boleros. También compuso milongas y tangos por su admiración a Gardel, por eso al compositor de “Mi Buenaventura” lo llamaban “el Gardel del Puerto”. Pero que de alguna manera se sintió excluido de ciertos círculos culturales tradicionales de la región.

En homenaje al músico talentoso del Pacífico, que él simboliza y al que se le debe mayor visibilidad, se creó el festival, por el impulso de Germán Villegas, gobernador de entonces, del gestor Germán Patiño y de las comunidades afro. Tras 21 años, se multiplicó en público y eventos. Hoy miles de caleños y visitantes de todo el país y extranjeros rumbean y reconocen la riqueza musical y cultural del Pacífico al son de chirimías, marimbas y violines caucanos.

Se dice que el auge del Petronio ha ayudado a visibilizar el valor de la marimba y los cantos del Pacífico, que en noviembre de 2010 fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, mientras que los alabaos, gualíes y el levantamiento de tumbas del Chocó fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la Nación en 2014.

“Este es el único festival de este tipo de música tradicional en un escenario urbano, creo que de Latinoamérica, que de la mano de otras sonoridades, proponen tanto la innovación como la preservación de la música que solo los viejos interpretaban y debía reconocerse y salvaguardarse porque en su momento estaba a punto de desaparecer”, considera Isabel Patiño, directora de la Fundación Germán Patiño.

Sea afrodescendiente o no, si todavía no sabe lo que es un abozao, un bunde, un alabao, ni ha tomado un guarapillo, una crema de viche o un tumba catre, se ha perdido de algo especial de la cultura de una de región tan rica en música, danza y gastronomía como lo es el Pacífico y se nota que todavía no ha ido al Petronio. Pero aún está a tiempo de asomarse, asombrarse y disfrutar.

¿Qué se ve?

Del 13 al 21 de agosto se presentarán más de 50 grupos, sumando tanto a los ganadores del año pasado como a los que concursarán en las categorías de Marimba, Chirimía, Agrupación Libre, Violines Caucanos y Petronito (con niños de 6 a 15 años).

“Sin lugar a dudas lo que más me gusta del festival es mirar el gran currulao que se forma con la mirada multicultural. El formato de marimba de chonta y la chirimía son mis preferidos y creo que es porque he vivido tanto en Buenaventura como en Chocó y he aprendido a disfrutarlo desde la cotidianidad”, dice Juana Francisca Álvarez, hija de Petronio Álvarez, quien ha estado involucrada en el concepto del festival desde su fundación.

También habrá muestras gastronómicas, artesanales, eventos académicos en cinco universidades y espacios alternativos como “El quilombo pedagógico Germán Patiño Ossa” con exposición fotográfica, rondas, cuentería, danzas, cantos y construcción de instrumentos autóctonos. Para el cierre se presentará Chocquibtown y todo ¡Es gratis!

Homenaje a la mujer del Pacífico

Este año se entonará un ‘Canto a la mujer del Pacífico’ en homenaje a Julia Estrada, Zully Murillo, Eva Pastora Riascos e Inés Granja, piezas clave en la preservación de la cultura del Andén Pacífico, conformado por Chocó, Valle, Cauca y Nariño. Mientras que el tema que atravesará la agenda académica será la importancia de la mujer en la cultura del Pacífico colombiano.

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